Los bebederos para las ovejas y cabras.

La definición de agua limpia se entiende como agua dulce natural o purificada que no contiene microorganismos, sustancias nocivas o plancton marino tóxico o en cantidades que puedan afectar directa o indirectamente a la calidad sanitaria de los productos alimenticios.

Se debe garantizar el aporte adecuado de agua, tanto en cantidad como en calidad, independientemente del tipo de explotación que se posea. Los recipientes, bebederos o abrevaderos han de ser de fácil limpieza, sin bordes cortantes y con suficiente longitud para el adecuado suministro a los animales. Las necesidades de agua para el ovino y caprino quedan cubiertas con el agua ingerida más la que han obtenido de los alimentos.

La estimación media del consumo según el INRA (sistema francés de racionamiento) es la siguiente:

 Estado fisiológico Consumo diario
Mantenimiento
Fin de gestación
Lactación primer mes
Lactación resto meses
Reposición
2,0-2,5 litros
3,0-4,5 litros
4,0-4,5 litros
2,0 litros

Actualmente existe un Real Decreto (Real Decreto 140/2003 de 7 de febrero) por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano. Será este Real Decreto el que utilizaremos para comprobar la calidad del agua presente en nuestras granjas y el que nos marcará los parámetros microbiológicos y fisicoquímicos indicadores de salubridad y limpieza (anexo 6.1.2). También en él aparecen las sustancias permitidas usadas en el tratamiento de agua de consumo humano así como las condiciones de captación, conducción, distribución y control de calidad que aplicaremos para el consumo animal.

vallas teleras para ovino

El análisis fisico-químico del agua por parte de un laboratorio acreditado, certificado o autorizado por las autoridades competentes nos permitirá detectar contaminaciones que podrían ser causantes de patologías. Cuando el agua no sea apta para el consumo animal, será conveniente proceder a su filtrado y/o potabilización posterior.

Las conducciones del agua, al igual que los sistemas de almacenamiento de agua o depósitos de agua deben ser no contaminantes y requieren una limpieza estricta periódica. El control regular del agua debe comprender además de las medidas citadas anteriormente, otros parámetros como son el olor, sabor, color y turbidez que nos harán sospechar de contaminación por materia orgánica (hojas, heces …).

Fuente: Guía práctica correctas de higiene en ganado ovino